¿Cómo puede una enfermera controlar eficazmente las náuseas y los vómitos posoperatorios?

¿Cómo puede una enfermera controlar eficazmente las náuseas y los vómitos posoperatorios?

Las enfermeras desempeñan un papel crucial en el manejo de las náuseas y los vómitos posoperatorios (NVPO) para garantizar el bienestar de los pacientes que se recuperan de la cirugía. Este grupo de temas explorará estrategias efectivas para que las enfermeras médicas quirúrgicas aborden las NVPO, incluidas intervenciones, tratamientos farmacológicos y educación del paciente.

Comprender las náuseas y los vómitos posoperatorios

Las náuseas y los vómitos posoperatorios (NVPO) son una complicación común después de la cirugía, con una incidencia reportada del 20 al 30% en pacientes quirúrgicos. La etiología de las NVPO es multifactorial y puede verse influenciada por factores relacionados con el paciente (p. ej., sexo femenino, condición de no fumador, antecedentes de cinetosis), factores quirúrgicos (p. ej., duración de la cirugía, tipo de anestesia) y factores relacionados con la anestesia. factores (p. ej., uso de anestésicos volátiles, opioides y agentes bloqueadores neuromusculares).

El tratamiento eficaz de las NVPO es esencial para prevenir el malestar del paciente, la deshidratación, el retraso en la recuperación y posibles complicaciones como la dehiscencia y la aspiración de la herida. Las enfermeras médicas quirúrgicas tienen un papel integral en la implementación de estrategias para abordar las NVPO basadas en una comprensión integral de los factores subyacentes y las intervenciones basadas en evidencia.

Intervenciones para las náuseas y los vómitos posoperatorios

Intervenciones no farmacológicas:

  • Posicionamiento: anime a los pacientes a mantener una posición semi-Fowler para reducir el riesgo de náuseas posoperatorias.
  • Aromaterapia: considere ofrecer aromaterapia con aceites esenciales como menta o jengibre para aliviar las náuseas.
  • Acupresión: explore el uso de bandas o pulseras de acupresión para estimular puntos de presión específicos que pueden ayudar a aliviar las náuseas.
  • Hidratación y nutrición: Asegure una hidratación adecuada y proporcione comidas pequeñas, frecuentes y fácilmente digeribles para evitar una mayor exacerbación de las náuseas y los vómitos.

Intervenciones farmacológicas:

  • Aprepitant: administrar el antagonista del receptor de neuroquinina-1 como parte de un régimen antiemético multimodal.
  • Ondansetrón: considere el uso de antagonistas del receptor 5-HT3, como ondansetrón, para mitigar las náuseas y los vómitos posoperatorios.
  • Dexametasona: evaluar los beneficios potenciales de los corticosteroides, como la dexametasona, para reducir las NVPO, particularmente en pacientes de alto riesgo.
  • Escopolamina: discuta el uso de parches transdérmicos de escopolamina con el equipo de anestesia para pacientes seleccionados con riesgo de NVPO prolongado.

Estas intervenciones deben adaptarse a los factores de riesgo, el procedimiento quirúrgico y el historial médico de cada paciente individual. Es esencial que las enfermeras médicas quirúrgicas colaboren estrechamente con el equipo interdisciplinario para garantizar la selección y administración adecuadas de las intervenciones mientras se monitorean los posibles efectos adversos y la respuesta del paciente.

Educación y apoyo al paciente

Empoderar a los pacientes con conocimiento:

  • Educación preoperatoria: educar a los pacientes sobre el riesgo de NVPO, enfatizando la importancia de cumplir con los medicamentos antieméticos recetados y las intervenciones no farmacológicas en el posoperatorio.
  • Reconocimiento de desencadenantes: enseñe a los pacientes a reconocer los posibles desencadenantes de náuseas y vómitos, como movimientos repentinos o ciertos olores, y anímelos a comunicar su malestar con prontitud.
  • Instrucciones de seguimiento: proporcione instrucciones claras después del alta sobre el cumplimiento de la medicación, consideraciones dietéticas y cuándo buscar atención médica si los síntomas persisten o empeoran.

Al equipar a los pacientes con la información y el apoyo necesarios, las enfermeras médico-quirúrgicas pueden mejorar la participación del paciente y el cumplimiento del plan de tratamiento prescrito, contribuyendo en última instancia a mejores resultados posoperatorios.

Conclusión

El control eficaz de las náuseas y los vómitos posoperatorios es un aspecto fundamental de la enfermería médico-quirúrgica. Al emplear un enfoque multifacético que abarca intervenciones no farmacológicas, tratamientos farmacológicos y educación del paciente, las enfermeras pueden tener un impacto significativo en la prevención y el alivio de las NVPO, promoviendo así la comodidad, la seguridad y la recuperación del paciente.

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