¿Cómo afecta la ectasia corneal a la candidatura a cirugía refractiva?

¿Cómo afecta la ectasia corneal a la candidatura a cirugía refractiva?

La cirugía refractiva ha revolucionado la forma en que las personas corrigen su visión, ofreciendo soluciones como LASIK y PRK. Sin embargo, la presencia de ectasia corneal puede afectar significativamente la candidatura a cirugía refractiva. Para entender esto, profundicemos en los aspectos fisiológicos del ojo y la relación con la cirugía refractiva.

Fisiología del ojo

Antes de profundizar en los impactos de la ectasia corneal en la candidatura a cirugía refractiva, es esencial comprender la fisiología del ojo. La córnea, la capa exterior transparente y protectora del ojo, desempeña un papel crucial en la capacidad del ojo para refractar la luz y enfocar las imágenes. Contribuye aproximadamente con dos tercios de la potencia óptica total del ojo.

La estructura de la córnea es esencial para mantener la forma y la transparencia del ojo. Su capa externa está formada por células epiteliales, mientras que el estroma, una capa central más gruesa, está formada principalmente por fibras de colágeno dispuestas en patrones precisos. Además, el endotelio, una única capa de células en la superficie interna, es responsable de regular el equilibrio de líquidos en la córnea.

La forma y rigidez normales de la córnea son esenciales para una visión clara. Cualquier irregularidad puede provocar errores refractivos como miopía, hipermetropía o astigmatismo, que la cirugía refractiva pretende corregir.

Cirugía Refractiva

La cirugía refractiva está diseñada para cambiar la forma de la córnea de forma permanente, alterando así su poder refractivo y mejorando la visión. Procedimientos como LASIK (queratomileusis in situ asistida por láser) y PRK (queratectomía fotorrefractiva) son opciones populares para corregir errores refractivos.

LASIK implica crear un colgajo en el tejido corneal, utilizar un láser excimer para remodelar el tejido corneal subyacente y luego reposicionar el colgajo. La PRK, por otro lado, implica eliminar la capa exterior de la córnea antes de remodelar el tejido que se encuentra debajo. Ambos procedimientos tienen como objetivo corregir las irregularidades en la forma de la córnea para enfocar la luz adecuadamente en la retina, lo que resulta en una visión más clara.

Candidatura a ectasia corneal y cirugía refractiva

La ectasia corneal, un adelgazamiento y abultamiento progresivo de la córnea, puede tener un impacto significativo en la elegibilidad de un individuo para la cirugía refractiva. Condiciones como el queratocono y la ectasia post-LASIK son ejemplos de ectasia corneal. Estas condiciones debilitan la integridad estructural de la córnea y pueden provocar una distorsión visual progresiva y una disminución de la agudeza visual.

Al considerar la cirugía refractiva, la presencia de ectasia corneal es un factor crucial. Dado que la cirugía refractiva tiene como objetivo remodelar la córnea, una estructura corneal comprometida debido a la ectasia puede provocar resultados impredecibles y un posible empeoramiento de la afección. Como resultado, las personas con ectasia corneal generalmente no se consideran candidatos adecuados para cirugías refractivas estándar como LASIK y PRK.

Además, el adelgazamiento corneal y la forma irregular asociados con la ectasia corneal pueden hacer que la córnea sea más susceptible a complicaciones, como adelgazamiento excesivo o abultamiento después de la cirugía refractiva. Estas posibles complicaciones resaltan la importancia de evaluaciones preoperatorias exhaustivas para garantizar la seguridad y eficacia de los procedimientos refractivos.

Opciones alternativas

Aunque las cirugías refractivas tradicionales pueden no ser adecuadas para personas con ectasia corneal, existen opciones alternativas disponibles para abordar los errores refractivos en tales casos. Una opción notable es el entrecruzamiento del colágeno corneal (CXL), un procedimiento que tiene como objetivo fortalecer el tejido corneal y detener la progresión de la ectasia. Durante el CXL, se aplican gotas oftálmicas de riboflavina en la córnea, seguidas de exposición a luz ultravioleta A (UVA). Este proceso promueve la formación de nuevos enlaces de colágeno, mejorando la integridad de la córnea.

En los casos en los que el CXL por sí solo no proporcione una mejora visual suficiente, se pueden considerar lentes de colamer implantables (ICL) o lentes intraoculares fáquicas (LIO) como alternativas para remodelar la superficie corneal sin depender de la extracción de tejido. Estas opciones pueden proporcionar una corrección eficaz de los errores refractivos y al mismo tiempo minimizar el impacto sobre la ectasia corneal.

Conclusión

La ectasia corneal plantea un desafío importante para la elegibilidad de las personas para cirugías refractivas estándar. Comprender las implicaciones fisiológicas de esta afección y su impacto en la estructura corneal es esencial para evaluar la idoneidad de los procedimientos refractivos.

Al reconocer las limitaciones de las cirugías refractivas tradicionales y explorar opciones alternativas, las personas con ectasia corneal aún pueden buscar soluciones efectivas para abordar sus errores refractivos. Además, los avances en los tratamientos y la tecnología continúan ampliando las posibilidades de mejorar la visión al tiempo que se prioriza la seguridad y los resultados a largo plazo para los pacientes.

Tema
Preguntas