¿Cómo ayuda la angiografía con fluoresceína en la evaluación de la degeneración macular relacionada con la edad?

¿Cómo ayuda la angiografía con fluoresceína en la evaluación de la degeneración macular relacionada con la edad?

La degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) es una de las principales causas de pérdida de visión en personas mayores de 50 años. La detección temprana y el seguimiento de la DMAE son cruciales para prevenir su progresión. En oftalmología las técnicas de diagnóstico por la imagen son fundamentales para valorar la gravedad y progresión de esta enfermedad. Una de las herramientas de diagnóstico clave utilizadas en la evaluación de la DMAE es la angiografía con fluoresceína (FA).

Descripción general de la degeneración macular relacionada con la edad

Antes de profundizar en cómo la angiografía con fluoresceína ayuda en la evaluación de la DMAE, es importante comprender la naturaleza de la enfermedad. La DMAE es una afección crónica y progresiva que afecta la mácula, una parte pequeña pero crucial de la retina responsable de la visión central. La enfermedad se clasifica en términos generales en dos tipos: DMAE seca y DMAE húmeda. Mientras que la DMAE seca se desarrolla lentamente y se caracteriza por la acumulación de drusas (depósitos amarillos) en la mácula, la DMAE húmeda implica el crecimiento de vasos sanguíneos anormales, lo que provoca fugas de líquido y cicatrices.

El papel del diagnóstico por imágenes en oftalmología

El diagnóstico por imágenes juega un papel fundamental en el tratamiento de la DMAE. Estas modalidades de imágenes brindan información valiosa sobre los cambios retinianos asociados con la DMAE, lo que permite a los médicos tomar decisiones informadas sobre el tratamiento y el seguimiento. Comúnmente se utilizan diferentes técnicas de imagen, como la tomografía de coherencia óptica (OCT) y la fotografía del fondo de ojo, para visualizar y documentar los cambios anatómicos en la mácula.

¿Qué es la angiografía con fluoresceína?

La angiografía fluoresceínica es un procedimiento de diagnóstico que se utiliza para evaluar el flujo sanguíneo en la retina y la coroides. Implica la inyección intravenosa de colorante de fluoresceína, que emite fluorescencia cuando se ilumina con luz azul, lo que permite la visualización de los vasos sanguíneos de la retina y cualquier fuga u obstrucción en la vasculatura. Este procedimiento proporciona información valiosa sobre la integridad de la circulación retiniana y ayuda a detectar anomalías como la neovascularización coroidea.

Cómo ayuda la angiografía con fluoresceína en la evaluación de la DMAE

La angiografía con fluoresceína ayuda en la evaluación de la degeneración macular relacionada con la edad de varias maneras:

  • Visualización de la neovascularización coroidea: en caso de DMAE húmeda, la angiografía con fluoresceína ayuda a identificar la presencia y el alcance del crecimiento anormal de vasos sanguíneos debajo de la retina, un rasgo característico de la neovascularización coroidea.
  • Detección de fugas: al resaltar áreas de permeabilidad vascular anormal, la angiografía con fluoresceína ayuda a identificar sitios de fuga de líquido en la mácula, lo que es indicativo de DMAE neovascular activa.
  • Monitoreo de la progresión de la enfermedad: Los exámenes seriados de angiografía con fluoresceína brindan a los médicos un medio para monitorear la progresión de la DMAE, evaluar la respuesta al tratamiento y detectar cualquier recurrencia de la actividad vascular anormal.
  • Guiar las decisiones de tratamiento: la información obtenida de la angiografía con fluoresceína ayuda a los oftalmólogos a determinar las estrategias de tratamiento más apropiadas, como la terapia anti-VEGF o la terapia fotodinámica, para controlar la DMAE neovascular.
  • En general, la angiografía con fluoresceína sirve como una herramienta valiosa para caracterizar los cambios vasculares asociados con la DMAE y desempeña un papel crucial en la guía del tratamiento de esta afección que amenaza la visión.

    El procedimiento de la angiografía con fluoresceína

    El proceso de angiografía con fluoresceína implica varios pasos:

    1. Preparación: se revisa el historial médico del paciente y se pueden administrar gotas para dilatar los ojos para garantizar una visión clara de la retina durante el procedimiento.
    2. Inyección de fluoresceína: se inyecta una pequeña cantidad de tinte de fluoresceína en una vena del brazo y, a medida que el tinte circula, los vasos sanguíneos de la retina se vuelven visibles.
    3. Adquisición de imágenes: una cámara especializada equipada con un filtro de luz azul captura imágenes secuenciales de la circulación coroidea y retiniana llena de tinte.
    4. Cuidados posteriores al procedimiento: Después del procedimiento, los pacientes pueden experimentar una decoloración temporal de la piel o la orina a medida que el tinte se metaboliza y se excreta del cuerpo.

    Es importante tener en cuenta que, si bien la angiografía con fluoresceína es generalmente segura, existen riesgos poco frecuentes asociados con el procedimiento, como reacciones alérgicas al tinte o náuseas transitorias.

    Beneficios y limitaciones de la angiografía con fluoresceína

    La angiografía con fluoresceína ofrece varios beneficios en la evaluación de la DMAE, entre ellos:

    • Detección Temprana: Permite la detección temprana de la DMAE neovascular, permitiendo una intervención oportuna para preservar la visión.
    • Evaluación objetiva: las imágenes obtenidas mediante angiografía con fluoresceína proporcionan evidencia objetiva de anomalías vasculares, lo que ayuda a un diagnóstico preciso y a la planificación del tratamiento.
    • Orientación para el tratamiento: La información derivada de la angiografía con fluoresceína ayuda a adaptar los regímenes de tratamiento adecuados y a controlar la eficacia del tratamiento.

    Sin embargo, es importante reconocer que la angiografía con fluoresceína también tiene limitaciones, como la naturaleza transitoria de las imágenes, la invasividad asociada con la inyección de tinte intravenoso y la posibilidad de reacciones adversas en algunos pacientes.

    Conclusión

    La angiografía con fluoresceína es una herramienta invaluable en la evaluación integral de la degeneración macular relacionada con la edad. Al proporcionar información detallada sobre la vasculatura de la retina y ayudar en la caracterización de cambios anormales, esta técnica de diagnóstico por imágenes desempeña un papel fundamental a la hora de guiar las decisiones de tratamiento y controlar la progresión de la enfermedad en la DMAE. A medida que la oftalmología continúa avanzando, se espera que la integración de la angiografía con fluoresceína con otras modalidades de imágenes mejore aún más nuestra comprensión y manejo de esta enfermedad ocular prevalente y debilitante.

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