Las personas con baja visión enfrentan innumerables desafíos al navegar en espacios públicos. Este artículo tiene como objetivo discutir las dificultades que enfrentan las personas con baja visión y cómo estos desafíos se relacionan con los diferentes tipos de baja visión. Comprender el impacto de la baja visión en la accesibilidad pública es crucial para crear entornos más inclusivos.
Entendiendo la baja visión
La baja visión es una condición en la que la agudeza visual de una persona se ve significativamente afectada, lo que dificulta la realización de tareas cotidianas que requieren suficiente visión. Las personas con baja visión pueden experimentar una variedad de discapacidades visuales, que incluyen visión borrosa, visión de túnel y puntos ciegos. La gravedad de la baja visión varía entre las personas y puede ser causada por afecciones oculares como la degeneración macular, la retinopatía diabética, el glaucoma y las cataratas.
Tipos de baja visión
Hay varios tipos de baja visión que las personas pueden experimentar, cada uno de los cuales presenta su propio conjunto de desafíos cuando se trata de acceder a espacios públicos. Estos tipos incluyen:
- Visión borrosa: las personas con visión borrosa experimentan dificultades para percibir imágenes claras y nítidas, lo que puede dificultar la navegación en espacios públicos, especialmente al leer señales e identificar obstáculos.
- Visión de túnel: las personas con visión de túnel tienen un campo de visión restringido, lo que dificulta la percepción de objetos y personas en su visión periférica. Esto puede generar peligros potenciales al moverse por espacios públicos abarrotados o desconocidos.
- Pérdida del campo visual: la pérdida del campo visual se refiere a una reducción en el campo de visión general, lo que dificulta la detección de obstáculos, la navegación en áreas concurridas y el mantenimiento de la conciencia espacial en entornos públicos.
- Mejore la señalización y la orientación: implemente señalización táctil, con letra grande y de alto contraste con información direccional clara. Incorporar señales auditivas y sistemas digitales de orientación para ayudar a las personas con baja visión a navegar en espacios públicos.
- Mejorar el diseño ambiental: crear caminos visualmente claros, eliminar obstáculos y garantizar una iluminación adecuada para mejorar la visibilidad y la seguridad de las personas con baja visión. Diseñe espacios públicos con características accesibles como pavimento táctil, superficies texturizadas y contraste de colores para ayudar en la orientación y la movilidad.
- Proporcionar información accesible: ofrezca información en múltiples formatos, incluidos braille, letra grande, descripciones de audio y funciones de accesibilidad digital para garantizar que las personas con baja visión puedan acceder a información esencial de forma independiente.
- Mejorar la concientización y la capacitación: educar al personal y al público sobre las necesidades de las personas con baja visión, brindar capacitación sobre técnicas de guía y promover la empatía y la comprensión dentro de los espacios públicos.
Desafíos que enfrentan las personas con baja visión al acceder a los espacios públicos
1. Orientación y navegación: Uno de los principales desafíos que enfrentan las personas con baja visión en espacios públicos es la orientación y la navegación. La agudeza visual limitada dificulta la lectura de señales, mapas e información direccional, lo que genera confusión y desorientación. El contraste inadecuado, la mala iluminación y los diseños complejos exacerban aún más estas dificultades.
2. Detección y evitación de obstáculos: Otro desafío importante es la capacidad de detectar y evitar obstáculos en espacios públicos. Las superficies irregulares, los objetos que sobresalen y las obstrucciones como muebles, exhibidores o barreras temporales representan riesgos potenciales para las personas con baja visión.
3. Acceso a información y servicios: acceder a información y servicios en espacios públicos puede ser un desafío para las personas con baja visión. Las características de accesibilidad inadecuadas, como señalización braille o táctil, sistemas de guía de audio y formatos accesibles para materiales impresos, limitan su capacidad para recopilar información esencial de forma independiente y utilizar los servicios públicos.
4. Entornos desconocidos: navegar en entornos desconocidos puede resultar especialmente desalentador para las personas con baja visión. Un entorno nuevo, una distribución desconocida y cambios impredecibles en el entorno pueden provocar una mayor ansiedad, una disminución de la confianza y una mayor dependencia de la asistencia externa.
Afrontar los desafíos
Reconocer los desafíos que enfrentan las personas con baja visión es crucial para crear espacios públicos accesibles e inclusivos. A continuación se presentan algunas estrategias para abordar estos desafíos:
Conclusión
Las personas con baja visión enfrentan importantes desafíos al acceder a los espacios públicos, derivados de los diversos tipos de baja visión y sus discapacidades visuales asociadas. Comprender estos desafíos es esencial para facilitar la creación de entornos públicos más inclusivos y accesibles, promoviendo la independencia, la seguridad y la participación igualitaria de las personas con baja visión.