¿Cuáles son los posibles efectos adversos del uso de medicamentos en pacientes ancianos con enfermedad cardiovascular y cuáles son los ajustes de dosis necesarios?

¿Cuáles son los posibles efectos adversos del uso de medicamentos en pacientes ancianos con enfermedad cardiovascular y cuáles son los ajustes de dosis necesarios?

A medida que la población envejece, la prevalencia de enfermedades cardiovasculares en las personas mayores ha aumentado, lo que lleva al correspondiente aumento en el uso de medicamentos. Sin embargo, la farmacología geriátrica enfatiza la necesidad de considerar los cambios fisiológicos y farmacocinéticos únicos en los pacientes de edad avanzada, así como sus comorbilidades y síndromes geriátricos, al prescribir medicamentos para enfermedades cardiovasculares. Este enfoque es crucial para minimizar los efectos adversos y optimizar los resultados del tratamiento. Aquí profundizamos en los posibles efectos adversos del uso de medicamentos en pacientes ancianos con enfermedad cardiovascular y los ajustes posológicos imprescindibles que se requieren, teniendo en cuenta los principios de la farmacología geriátrica y la geriatría.

Efectos adversos del uso de medicamentos

Al recetar medicamentos a pacientes de edad avanzada con enfermedades cardiovasculares, los proveedores de atención médica deben ser conscientes de la mayor vulnerabilidad de esta población a reacciones adversas a los medicamentos. El proceso de envejecimiento altera la farmacocinética y la farmacodinamia de muchos medicamentos, lo que aumenta el riesgo de efectos secundarios e interacciones farmacológicas. Algunos posibles efectos adversos comunes que pueden ocurrir en pacientes de edad avanzada con enfermedades cardiovasculares incluyen:

  • Hipotensión ortostática: los pacientes de edad avanzada son más susceptibles a la hipotensión ortostática debido a cambios en la sensibilidad de los barorreceptores y la función autonómica. Los medicamentos como los alfabloqueantes, los diuréticos y los vasodilatadores utilizados para controlar las enfermedades cardiovasculares pueden exacerbar esta afección.
  • Arritmias: Ciertos medicamentos antiarrítmicos pueden provocar efectos proarrítmicos en los ancianos, aumentando el riesgo de arritmias graves.
  • Insuficiencia renal: muchos medicamentos utilizados en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares se excretan por vía renal y la disminución de la función renal relacionada con la edad puede provocar acumulación y toxicidad del fármaco.
  • Deterioro cognitivo: algunos medicamentos cardiovasculares, particularmente aquellos con efectos anticolinérgicos, pueden contribuir al deterioro cognitivo en pacientes de edad avanzada con deterioro cognitivo preexistente.
  • Eventos hemorrágicos: las terapias anticoagulantes y antiplaquetarias, comúnmente utilizadas en enfermedades cardiovasculares, plantean un mayor riesgo de hemorragia en pacientes de edad avanzada debido a cambios en la hemostasia relacionados con la edad y una mayor prevalencia de comorbilidades concomitantes.

Ajustes de dosis en pacientes de edad avanzada

Dado el potencial de efectos adversos, a menudo es necesario ajustar la dosis cuando se prescriben medicamentos a pacientes de edad avanzada con enfermedades cardiovasculares. La farmacología geriátrica desempeña un papel vital a la hora de guiar estos ajustes basados ​​en los cambios relacionados con la edad en el metabolismo de los fármacos, la función de los órganos y el estado de salud general. Algunas consideraciones comunes para ajustes de dosis en esta población incluyen:

  • Función renal: monitorear la función renal y ajustar las dosis de los medicamentos según el aclaramiento de creatinina es crucial para los medicamentos con excreción renal, como los inhibidores de la ECA, los BRA y ciertos diuréticos.
  • Interacciones medicamentosas: los pacientes de edad avanzada suelen tener múltiples comorbilidades y toman múltiples medicamentos, lo que aumenta el riesgo de interacciones medicamentosas. Una consideración cuidadosa de las posibles interacciones y los ajustes de las dosis o la selección de los medicamentos pueden mitigar los efectos adversos.
  • Farmacocinética: los cambios relacionados con la edad en la absorción, distribución, metabolismo y excreción del fármaco requieren ajustes de dosis para lograr eficacia terapéutica y al mismo tiempo minimizar el riesgo de toxicidad.
  • Estado cognitivo: la evaluación de la función cognitiva es esencial al prescribir medicamentos a pacientes de edad avanzada, ya que el deterioro cognitivo puede afectar la adherencia y la tolerancia a la medicación. Pueden ser necesarios ajustes de dosis para reducir el riesgo de efectos adversos cognitivos.
  • Estado funcional: tener en cuenta el estado funcional y la fragilidad de los pacientes de edad avanzada es esencial para determinar las dosis adecuadas de medicación para evitar la sobremedicación y los efectos adversos.

Farmacología geriátrica y geriatría en la práctica

La integración de la farmacología geriátrica y la geriatría en la práctica clínica es crucial para optimizar el uso de medicamentos en pacientes de edad avanzada con enfermedades cardiovasculares. Este enfoque implica una evaluación integral del estado de salud del paciente, incluidos los dominios físico, cognitivo y funcional, para desarrollar planes de tratamiento individualizados que consideren las necesidades y vulnerabilidades específicas de los pacientes de edad avanzada.

Además, la farmacología geriátrica enfatiza la importancia de deprescribir medicamentos potencialmente inapropiados y minimizar la polifarmacia en pacientes ancianos con enfermedad cardiovascular. Los proveedores de atención médica deben considerar el concepto de

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