Al obtener una corona dental permanente, existen riesgos y complicaciones potenciales a considerar. Comprenderlos puede ayudarle a tomar una decisión informada sobre su tratamiento. Continúe leyendo para obtener más información sobre los posibles problemas asociados con la colocación de una corona permanente.
1. Sensibilidad y malestar
Después de colocarse una corona permanente, algunas personas pueden experimentar sensibilidad a alimentos y bebidas fríos o calientes. Esta molestia suele desaparecer en unas pocas semanas a medida que el diente y los tejidos circundantes se adaptan a la nueva corona.
2. Reacciones alérgicas
En casos raros, un paciente puede tener una reacción alérgica a los materiales utilizados en la corona permanente, lo que provoca irritación, enrojecimiento o hinchazón de las encías. Es fundamental informar a su dentista sobre cualquier alergia conocida antes del procedimiento.
3. Infección
Si el diente o el tejido de las encías circundantes se infecta después de la colocación de una corona permanente, puede haber cierta molestia, hinchazón e incluso mal sabor de boca. Una higiene bucal adecuada y controles dentales periódicos pueden ayudar a prevenir este tipo de infecciones.
4. Desalineación de la corona
En ocasiones, es posible que una corona permanente no se ajuste correctamente, lo que provoca desalineación de la mordida, molestias y posibles daños a los dientes adyacentes. Su dentista debe garantizar el ajuste y la alineación adecuados de la corona durante el procedimiento.
5. Caries
Si no se mantienen adecuadamente, las coronas permanentes pueden convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias, lo que provoca caries en el diente subyacente. Mantener una buena higiene bucal y asistir a limpiezas y controles dentales periódicos puede ayudar a prevenir esta complicación.
6. Astillado o fractura
Si bien las coronas dentales son duraderas, no son indestructibles. La corona puede astillarse o fracturarse debido a un traumatismo, rechinar los dientes o morder objetos duros. El cuidado adecuado y evitar hábitos que puedan dañar la corona pueden reducir el riesgo de astillas o fracturas.
7. Daño a los nervios
En casos raros, puede haber daño a los nervios dentro del diente durante la colocación de la corona, lo que provoca sensibilidad o malestar prolongado. Su dentista debe analizar los posibles riesgos y precauciones antes del procedimiento para minimizar el riesgo de daño a los nervios.
8. Recesión de las encías
Las coronas mal ajustadas o colocadas pueden causar recesión de las encías, donde el tejido de las encías comienza a separarse de la corona, exponiendo la estructura dental subyacente y potencialmente causando sensibilidad. Garantizar la colocación adecuada y la atención de seguimiento puede ayudar a minimizar este riesgo.
9. Cuestiones estéticas
En algunos casos, es posible que las coronas permanentes no coincidan con el color o la forma de los dientes circundantes, lo que plantea problemas estéticos. Elegir un dentista capacitado y analizar sus expectativas puede ayudar a garantizar un resultado natural y estéticamente agradable.
Si bien los riesgos y complicaciones anteriores son posibles, muchos pueden evitarse o minimizarse con una planificación adecuada, comunicación con su dentista y cuidados posteriores diligentes. Si tiene dudas sobre la colocación de la corona permanente, consulte con su dentista para resolver cualquier pregunta o duda antes de continuar con el procedimiento.