Promover una lactancia materna exitosa es un aspecto crucial de la salud materna e infantil, y el contacto piel con piel desempeña un papel importante para lograr este objetivo. El contacto piel con piel, también conocido como método canguro, se refiere a la práctica de colocar al bebé recién nacido sobre el pecho desnudo de la madre inmediatamente después del nacimiento, permitiendo el contacto directo de la piel entre el bebé y la madre. Se ha demostrado que esta práctica simple pero poderosa tiene numerosos beneficios tanto para la madre como para el bebé, particularmente en el contexto de la lactancia materna.
La ciencia detrás del contacto piel con piel
La práctica del contacto piel con piel tiene sus raíces en la conexión fisiológica y psicológica fundamental entre una madre y su recién nacido. Cuando se coloca a un bebé sobre el pecho de la madre, el calor, el olor y el tacto estimulan la liberación de oxitocina, a menudo denominada "hormona del amor". La oxitocina juega un papel crucial en el reflejo de eyección de leche, también conocido como reflejo de bajada, que ayuda al cuerpo de la madre a liberar leche de las glándulas mamarias para facilitar la lactancia.
Además, el contacto piel con piel ayuda a regular la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y la respiración del bebé, lo que genera una sensación de seguridad y estabilidad. Este contacto cercano proporciona un ambiente reconfortante que anima al bebé a prenderse del pecho y comenzar a amamantar. El instinto del bebé de buscar y succionar a menudo se facilita y mejora mediante el efecto calmante del contacto piel con piel, lo que conduce a un inicio exitoso de la lactancia materna.
Impacto en el parto
Los beneficios del contacto piel con piel se extienden más allá de la lactancia materna y tienen un impacto significativo en el período posparto inmediato y el proceso del parto. Los estudios han demostrado que el contacto piel con piel inmediatamente después del parto promueve una mejor estabilidad fisiológica, una disminución de los niveles de estrés y un mejor vínculo entre la madre y el bebé.
Durante un parto vaginal, colocar al bebé sobre el pecho de la madre en contacto piel con piel ayuda a regular la temperatura corporal del bebé, lo que puede ayudar a estabilizar la frecuencia cardíaca y la respiración del bebé. Esta práctica también puede contribuir a reducir la probabilidad de hipoglucemia en el bebé y ayuda a la madre y al bebé a realizar una transición más fluida del proceso del parto a la lactancia materna temprana.
En el caso de partos por cesárea, se procura facilitar el contacto piel con piel lo antes posible en el quirófano o zona de recuperación. Si bien es posible que no siempre se pueda lograr el contacto inmediato piel con piel en todos los partos por cesárea, se ha demostrado que iniciarlo lo más temprano posible tiene un impacto positivo en la transición del bebé y ayuda a establecer una lactancia materna exitosa en el período postoperatorio.
Mejorar el vínculo entre madre y bebé
Uno de los efectos profundos del contacto piel con piel es su papel en la mejora del vínculo emocional y psicológico entre la madre y el bebé. La proximidad física y la experiencia sensorial promueven sentimientos de amor, seguridad y apego, que son esenciales para construir un vínculo fuerte entre madre y bebé.
Para la madre, el acto de sostener a su bebé piel con piel promueve sentimientos de confianza y empoderamiento, fomentando un sentido de competencia materna. Esta conexión emocional y vínculo mutuo sientan las bases para una experiencia de lactancia positiva, ya que es más probable que la madre responda con sensibilidad a las señales del bebé y se comunique de manera efectiva durante las sesiones de lactancia.
Para el bebé, el contacto piel con piel facilita el vínculo temprano y el establecimiento de confianza en la madre, preparando el escenario para una lactancia exitosa y un apego seguro. Este vínculo emocional formado a través del contacto piel con piel tiene implicaciones a largo plazo para el desarrollo emocional y social general del bebé.
Apoyando la lactancia y el éxito de la lactancia materna
No se puede subestimar el impacto positivo del contacto piel con piel en la lactancia y el éxito de la misma. Más allá del período posparto inmediato, el contacto piel con piel sigue desempeñando un papel vital en el apoyo al proceso de lactancia materna tanto para la madre como para el bebé. La estrecha conexión física fomenta la lactancia materna frecuente y eficaz, a medida que el bebé se familiariza con el olor, el tacto y los movimientos de la madre, lo que conduce a mejores patrones de lactancia.
Además, la práctica del contacto piel con piel favorece el suministro de leche materna y promueve una lactancia materna exitosa al mejorar la liberación de prolactina, la hormona responsable de la producción de leche. El confort y la relajación que se experimentan durante el contacto piel con piel contribuyen a reducir los niveles de estrés materno, lo que impacta positivamente en la producción de leche y la eficiencia del reflejo de bajada.
Para los bebés prematuros o con bajo peso al nacer, se ha demostrado que el contacto piel con piel, particularmente en la forma del método canguro, tiene numerosos beneficios al promover la lactancia materna, incluido un mejor crecimiento, la regulación de los procesos fisiológicos y la reducción del riesgo de infecciones. El método canguro ha sido ampliamente reconocido como una intervención eficaz en la atención neonatal, que respalda la capacidad de la madre para proporcionar y mantener la lactancia materna en circunstancias difíciles.
Conclusión
El contacto piel con piel no sólo es una práctica hermosa y tierna que fomenta el vínculo íntimo entre una madre y su bebé, sino que también sirve como una herramienta vital para promover una lactancia materna exitosa y apoyar el bienestar general tanto de la madre como de la madre. el bebé. Como componente esencial del parto y la lactancia, el contacto piel con piel facilita una transición perfecta hacia el proceso de lactancia, permite respuestas fisiológicas óptimas y nutre la conexión emocional que es fundamental para la relación madre-bebé.
Al reconocer la importancia del contacto piel con piel y su impacto en la lactancia y la lactancia, los proveedores de atención médica, los asesores en lactancia y el personal de apoyo pueden promover y abogar activamente por su inclusión en la atención posparto de rutina. Enfatizar el valor del contacto piel con piel permite a las madres y a las familias adoptar este enfoque natural y poderoso, contribuyendo en última instancia a la promoción de una lactancia materna exitosa y el cultivo de relaciones enriquecedoras y satisfactorias entre las madres y sus bebés.