La medicina basada en la evidencia (MBE) y la toma de decisiones compartida con los pacientes son dos componentes esenciales para brindar atención de alta calidad en el campo de la medicina interna. Comprender la relación entre estos dos conceptos es vital para que los profesionales de la salud brinden atención centrada en el paciente y mejoren los resultados de los mismos.
Medicina basada en la evidencia (MBE)
La MBE es un enfoque sistemático para la toma de decisiones clínicas que integra la mejor evidencia disponible, la experiencia clínica y los valores y preferencias del paciente para guiar las decisiones de atención médica. Enfatiza el uso de la mejor evidencia actual en la toma de decisiones sobre la atención de pacientes individuales.
La práctica de la MBE implica evaluar y aplicar críticamente la evidencia más relevante y válida para la toma de decisiones clínicas. Esto incluye la revisión sistemática y la síntesis de los resultados de la investigación, la consideración de las preferencias y valores del paciente y la integración de la experiencia clínica para brindar una atención óptima.
Principios de la MBE
- Integración de la evidencia: la MBE enfatiza la integración de la mejor evidencia disponible de la investigación sistemática con la experiencia clínica y los valores del paciente para guiar las decisiones de atención médica.
- Evaluación crítica: los profesionales de la salud deben evaluar críticamente la calidad y relevancia de la evidencia de los estudios de investigación para garantizar su aplicabilidad a pacientes individuales.
- Experiencia clínica: la experiencia clínica desempeña un papel crucial en la interpretación y aplicación de la evidencia a pacientes individuales, considerando sus circunstancias clínicas únicas.
- Preferencias del paciente: la EBM reconoce la importancia de considerar las preferencias, los valores y las circunstancias únicas del paciente en la toma de decisiones.
Beneficios de la MBE en Medicina Interna
La integración de la MBE en la práctica de la medicina interna tiene numerosos beneficios, incluidos mejores resultados para los pacientes, una mejor calidad de la atención y una reducción de las variaciones en la práctica clínica. Siguiendo pautas y recomendaciones basadas en evidencia, los profesionales de la salud pueden mejorar la efectividad y eficiencia de su toma de decisiones clínicas, impactando así positivamente en la atención al paciente.
Toma de decisiones compartida con los pacientes
La toma de decisiones compartida es un proceso colaborativo que permite a los pacientes y a los profesionales sanitarios tomar decisiones sanitarias juntos, teniendo en cuenta la mejor evidencia disponible y las preferencias y valores del paciente. Reconoce la experiencia y los conocimientos de ambas partes y facilita un enfoque de atención informado y centrado en el paciente.
Elementos clave de la toma de decisiones compartida
- Intercambio de información: la toma de decisiones compartida implica el intercambio de información relevante entre profesionales de la salud y pacientes, asegurando que ambas partes estén bien informadas sobre las opciones disponibles y sus posibles beneficios y riesgos.
- Exploración de las preferencias del paciente: los profesionales de la salud participan en conversaciones con los pacientes para comprender sus preferencias, valores y circunstancias individuales, lo que permite la incorporación de estos factores en el proceso de toma de decisiones.
- Apoyo a la toma de decisiones: los pacientes reciben herramientas y recursos de apoyo a la toma de decisiones para ayudarlos a comprender las opciones disponibles y tomar decisiones informadas que se alineen con sus valores y objetivos.
- Acuerdo sobre el plan de tratamiento: a través de discusiones colaborativas, los profesionales de la salud y los pacientes llegan a un acuerdo sobre un plan de tratamiento que refleja la mejor evidencia disponible y es consistente con las preferencias y circunstancias del paciente.
Beneficios de la toma de decisiones compartida
La toma de decisiones compartida se ha asociado con una mayor satisfacción del paciente, el cumplimiento de los planes de tratamiento y mejores resultados de salud. Al involucrar a los pacientes en el proceso de toma de decisiones, los profesionales de la salud pueden garantizar que los planes de tratamiento se alineen con las preferencias y valores del paciente, lo que lleva a un enfoque de atención más centrado en el paciente.
Integración de la EBM en la toma de decisiones compartida
La integración de la MBE en la toma de decisiones compartida es crucial para garantizar que las decisiones sanitarias se basen en la mejor evidencia disponible y, al mismo tiempo, se tengan en cuenta las preferencias y valores del paciente. Al combinar estos dos enfoques, los profesionales de la salud pueden mejorar la calidad de la atención y promover la toma de decisiones centrada en el paciente.
Proceso de integración de la EBM en la toma de decisiones compartida
- Evaluación de la evidencia: los profesionales de la salud evalúan críticamente la evidencia disponible de la investigación y la práctica clínica para identificar la información más relevante y confiable para guiar el proceso de toma de decisiones.
- Comunicación de la evidencia: La evidencia identificada se comunica efectivamente al paciente, asegurando que tenga una comprensión clara de las opciones disponibles y los beneficios y riesgos asociados.
- Comprender las preferencias del paciente: a través de debates abiertos y colaborativos, los profesionales de la salud exploran las preferencias, los valores y los objetivos del paciente, con el objetivo de alinear el plan de tratamiento con las circunstancias individuales del paciente.
- Cocreación del plan de tratamiento: basándose en la integración de la evidencia y las preferencias del paciente, los profesionales de la salud y los pacientes trabajan juntos para cocrear un plan de tratamiento que refleje la mejor evidencia disponible y sea consistente con los valores y objetivos del paciente.
Impacto de la integración de la EBM en la toma de decisiones compartida
La integración de la EBM en la toma de decisiones compartida conduce a una mayor participación, satisfacción y adherencia del paciente a los planes de tratamiento. Garantiza que las decisiones sanitarias se basen en evidencia y al mismo tiempo tengan en cuenta las preferencias y valores únicos del paciente, lo que en última instancia contribuye a mejores resultados de salud.
Conclusión
La integración de la medicina basada en evidencia (MBE) y la toma de decisiones compartida con los pacientes es esencial para brindar atención centrada en el paciente en el campo de la medicina interna. Al combinar la mejor evidencia disponible con las preferencias y valores del paciente, los profesionales de la salud pueden optimizar la toma de decisiones clínicas, mejorar la satisfacción del paciente y mejorar los resultados de salud. Comprender la relación entre la MBE y la toma de decisiones compartida es fundamental para los profesionales de la salud comprometidos con brindar atención de alta calidad centrada en el paciente.