Las extracciones dentales son procedimientos dentales comunes que pueden ser necesarios para extraer un diente dañado o infectado. Si bien las extracciones dentales son generalmente seguras, existen riesgos y complicaciones potenciales que los pacientes deben conocer. Comprender estos riesgos y complicaciones, así como las diversas técnicas de extracción dental y extracciones dentales, puede ayudar a las personas a tomar decisiones informadas sobre su salud bucal.
Riesgos y complicaciones
Antes de someterse a una extracción dental, es importante ser consciente de los posibles riesgos y complicaciones que pueden surgir. Estos pueden incluir:
- Alveolitis seca: una de las complicaciones más comunes después de la extracción de un diente es el desarrollo de alveolitis seca. Esto ocurre cuando el coágulo de sangre que se forma en el sitio de extracción se desprende o se disuelve prematuramente, exponiendo el hueso y los nervios subyacentes al aire, los alimentos y los líquidos. La alveolitis seca puede ser extremadamente dolorosa y puede requerir tratamiento adicional para promover la curación.
- Daño a los nervios: durante el proceso de extracción, existe el riesgo de dañar los nervios cercanos, particularmente en la mandíbula inferior. Esto puede provocar entumecimiento, hormigueo o alteración de la sensación temporal o permanente en los labios, la lengua o el mentón. Si bien el daño a los nervios es poco común, es una complicación potencial que debe discutirse con el dentista antes del procedimiento.
- Infección: después de la extracción de un diente, existe el riesgo de desarrollar una infección en el lugar de la extracción. Los síntomas de infección pueden incluir dolor persistente, hinchazón, secreción y fiebre. En algunos casos, pueden ser necesarios antibióticos para tratar la infección y promover la curación.
- Sangrado: Es normal experimentar algo de sangrado después de la extracción de un diente; sin embargo, el sangrado excesivo o prolongado puede ser un signo de un problema. Los pacientes que experimentan un sangrado abundante que no desaparece con la presión deben buscar atención médica inmediata.
- Mandíbula fracturada: en los casos en que el diente está firmemente anclado en la mandíbula, existe el riesgo de que ésta se fracture durante el proceso de extracción. Esto es más común en adultos mayores con osteoporosis o personas con huesos débiles o quebradizos.
- Problemas sinusales: si se extrae un diente de la mandíbula superior, especialmente en la parte posterior de la boca, existe el riesgo de que la cavidad sinusal se vea afectada. La extracción puede provocar comunicación entre la boca y los senos nasales, lo que provoca congestión sinusal, dolor y posible infección.
Comprender las técnicas de extracción de dientes
Existen varias técnicas diferentes de extracción de dientes que se pueden emplear según la condición del diente y las necesidades individuales del paciente. Estas técnicas incluyen:
- Extracción Simple: Se realiza una extracción simple en un diente que es visible en la boca. El dentista afloja el diente con un instrumento llamado elevador y luego utiliza unas pinzas para extraer el diente.
- Extracción quirúrgica: una extracción quirúrgica es más compleja y generalmente se emplea cuando un diente se ha roto en la línea de las encías o no ha erupcionado por completo. También puede ser necesario si el diente está impactado, es decir, atrapado debajo del tejido de las encías o dentro de la mandíbula. Las extracciones quirúrgicas pueden requerir una incisión en la encía y pueden implicar seccionar el diente en pedazos más pequeños para facilitar la extracción.
- Extracción de muelas del juicio: Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, a menudo requieren extracción debido a su tendencia a impactarse o causar apiñamiento y desalineación de otros dientes. La extracción de las muelas del juicio puede implicar un procedimiento quirúrgico para extraer los dientes del interior de la mandíbula.
Realizar extracciones dentales
Durante una extracción dental, el dentista o cirujano bucal tomará varias medidas para garantizar la extracción más segura y eficaz del diente. Estos pasos suelen incluir:
- Anestesia: antes de la extracción, el dentista administrará anestesia local para adormecer el área alrededor del diente. En algunos casos se puede utilizar sedación consciente o anestesia general, especialmente para extracciones más complejas o para pacientes con ansiedad dental.
- Extracción: Una vez que la zona esté adormecida, el dentista utilizará la técnica de extracción adecuada para extraer el diente. Esto puede implicar balancear suavemente el diente para aflojarlo del hueso y ligamentos circundantes, o hacer incisiones para acceder al diente si está impactado.
- Cuidados posteriores a la extracción: después de la extracción, el dentista brindará instrucciones para los cuidados posoperatorios. Por lo general, esto incluye información sobre cómo controlar el dolor y la hinchazón, evitar ciertos alimentos y actividades y mantener una higiene bucal adecuada para promover la curación y prevenir complicaciones.
Al comprender los riesgos y las posibles complicaciones de las extracciones dentales, así como las diferentes técnicas de extracción y el proceso de extracción dental, las personas pueden abordar estos procedimientos con confianza y conocimiento. Es importante discutir cualquier inquietud o pregunta con un profesional dental calificado para garantizar el mejor resultado posible para la salud bucal y el bienestar general.