La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica y, a menudo, incapacitante que afecta al sistema nervioso central. Existen varios tipos de EM, que pueden variar en términos de síntomas, progresión y tratamiento. Comprender los diferentes tipos de EM es fundamental para que tanto los pacientes como los proveedores de atención médica brinden una atención y un manejo óptimos.
Esclerosis múltiple remitente-recurrente (EMRR)
La EM remitente-recidivante es el tipo más común y afecta a alrededor del 85 % de las personas con EM en el momento del diagnóstico. Este tipo se caracteriza por ataques o recaídas claramente definidos, durante los cuales aparecen nuevos síntomas o empeoran los ya existentes. Estas recaídas van seguidas de períodos de recuperación parcial o completa (remisiones), durante los cuales la enfermedad no progresa. Sin embargo, algunos síntomas residuales pueden persistir entre recaídas. La EMRR puede posteriormente pasar a una EM secundaria progresiva.
Esclerosis múltiple progresiva secundaria (EMSP)
La EMSP es una etapa que sigue a la EM remitente-recurrente en algunos individuos. En la EMSP, la progresión de la enfermedad se vuelve más constante, con o sin recaídas y remisiones ocasionales. Esta etapa indica un empeoramiento gradual de la afección, lo que conduce a una mayor discapacidad con el tiempo. Muchas personas diagnosticadas con EMRR eventualmente harán la transición a EMSP, lo que puede afectar significativamente su calidad de vida y funcionamiento diario.
Esclerosis múltiple primaria progresiva (EMPP)
La EMPP es menos común que la EMRR y la EMSP y representa alrededor del 10 al 15 % de los diagnósticos de EM. A diferencia de las formas remitente-recurrente y progresiva secundaria, la EMPP se caracteriza por una progresión constante de los síntomas desde el inicio, sin recaídas ni remisiones distintas. Este tipo a menudo conduce a un mayor deterioro físico y cognitivo, lo que lo hace particularmente desafiante para los afectados y sus redes de apoyo. Las opciones de tratamiento para la EMPP son más limitadas en comparación con otros tipos de EM.
Esclerosis múltiple progresiva-recurrente (EMPR)
PRMS es la forma menos común de EM y afecta solo a un pequeño porcentaje de personas. Este tipo se caracteriza por un curso progresivo de la enfermedad desde el principio, con claras recaídas que pueden ir seguidas o no de remisiones. Las personas con EMPR experimentan un empeoramiento continuo de los síntomas, puntuado por recaídas impredecibles que pueden aumentar aún más la discapacidad. Debido a la rareza del PRMS, existe una gran necesidad de más investigación y comprensión clínica para mejorar las opciones de manejo y tratamiento.
Conclusión
Comprender los diferentes tipos de esclerosis múltiple es esencial para los pacientes, los cuidadores y los proveedores de atención médica. Cada forma de EM presenta desafíos únicos y requiere enfoques personalizados para el manejo y tratamiento. Al reconocer las características distintivas y los patrones de progresión de cada tipo, las personas con EM pueden recibir atención y apoyo más específicos y, en última instancia, mejorar su salud y bienestar generales.