Las reacciones alérgicas son frecuentes, pero las reacciones alérgicas graves, en particular la anafilaxia, pueden poner en peligro la vida y requieren una evaluación y tratamiento inmediatos. Este artículo explora cómo los proveedores de atención médica deben evaluar y tratar a los pacientes con reacciones alérgicas graves o anafilaxia en el contexto de las emergencias dermatológicas.
Síntomas de reacciones alérgicas graves y anafilaxia
Antes de hablar sobre la evaluación y el tratamiento, es importante comprender los síntomas de las reacciones alérgicas graves y la anafilaxia. Los síntomas comunes incluyen:
- Hinchazón de la cara, los labios o la garganta.
- Respiración dificultosa
- Latidos rápidos
- Presión arterial baja
- Urticaria o erupción cutánea
- Náuseas, dolor abdominal o vómitos.
- Sensación de perdición inminente
Estos síntomas pueden progresar rápidamente y provocar una reacción sistémica que afecte a múltiples sistemas de órganos.
Evaluación de reacciones alérgicas graves
Los proveedores de atención médica deben estar preparados para evaluar con rapidez y precisión a los pacientes con sospecha de reacciones alérgicas graves o anafilaxia. El proceso de evaluación puede incluir:
- Obtener el historial de alergias del paciente y reacciones alérgicas previas.
- Evaluar los signos vitales del paciente, incluida la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria.
- Examen físico para evaluar el grado de afectación de la piel y cualquier dificultad respiratoria.
- Comprobar si hay hinchazón de la cara, los labios o la garganta.
- Evaluación de cualquier signo de shock.
Manejo de reacciones alérgicas graves
Una vez que se identifica una reacción alérgica grave o anafilaxia, el tratamiento oportuno es fundamental. Los proveedores de atención médica deben iniciar los siguientes pasos:
- Administrar epinefrina de manera rápida y adecuada según las pautas establecidas.
- Establecer y mantener una vía aérea abierta y administrar oxígeno si es necesario.
- Administrar líquidos intravenosos para controlar la hipotensión.
- En casos graves, proporcione un manejo avanzado de las vías respiratorias y ventilación mecánica.
- Iniciar y coordinar el traslado, según sea necesario, a un nivel superior de atención, como una unidad de cuidados intensivos.
- Proporcionar un seguimiento continuo de los signos vitales y el estado respiratorio.
Diagnostico y tratamiento
El diagnóstico de reacciones alérgicas graves y anafilaxia se basa en la presentación clínica y la historia. En algunos casos, pueden estar indicadas pruebas de diagnóstico adicionales, como análisis de sangre y pruebas cutáneas, para identificar posibles desencadenantes. El tratamiento implica abordar los síntomas agudos y prevenir la recurrencia. Esto puede incluir recetar autoinyectores de epinefrina a pacientes con riesgo de anafilaxia y brindar educación sobre cómo evitar alérgenos y planes de acción de emergencia.
Prevención de reacciones alérgicas graves
La prevención de reacciones alérgicas graves y la anafilaxia implica identificar los desencadenantes y tomar medidas para evitar los alérgenos. Para los pacientes con alergias conocidas, los proveedores de atención médica deben facilitar pruebas de alergia integrales para identificar los desencadenantes y brindar orientación sobre cómo evitar los alérgenos. Además, a los pacientes con riesgo de anafilaxia se les debe recetar y educar sobre el uso de autoinyectores de epinefrina.
Garantizar una educación y preparación adecuadas puede reducir el riesgo de reacciones alérgicas graves y mejorar los resultados para los pacientes.