¿Cuáles son las diferencias entre el trastorno agudo y crónico de la articulación temporomandibular?

¿Cuáles son las diferencias entre el trastorno agudo y crónico de la articulación temporomandibular?

El trastorno de la articulación temporomandibular (ATM) se refiere a un grupo de afecciones que afectan la articulación de la mandíbula y los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula. Puede provocar diversos signos y síntomas, lo que provoca importantes molestias y dolor a los afectados. Los trastornos agudos y crónicos de la ATM se presentan con características diferentes, y es esencial comprender las distinciones entre los dos para un manejo y tratamiento efectivos.

Signos y síntomas del trastorno de la articulación temporomandibular (ATM)

Antes de profundizar en las diferencias entre los trastornos agudos y crónicos de la ATM, es fundamental comprender los signos y síntomas comunes asociados con esta afección. Las personas con ATM pueden experimentar:

  • Dolor o sensibilidad en las articulaciones
  • Dolor en la mandíbula o los músculos faciales.
  • Dolor al masticar o hablar.
  • Bloqueo de la articulación de la mandíbula.
  • Sonidos de chasquido o chasquido en la mandíbula.
  • Dificultad para abrir o cerrar la boca.
  • Dolor de oído o zumbidos en los oídos (tinnitus)
  • Dolores de cabeza o migrañas

Estos síntomas pueden afectar significativamente la calidad de vida de una persona y pueden variar desde una leve molestia hasta un dolor intenso y debilitante.

Diferencias entre el trastorno de la articulación temporomandibular agudo y crónico

Trastorno agudo de la articulación temporomandibular

El trastorno agudo de la ATM se refiere a la aparición repentina de síntomas, generalmente como resultado de un evento o lesión específica. Las causas comunes del trastorno agudo de la ATM incluyen:

  • Trauma en la articulación de la mandíbula o en los tejidos circundantes.
  • Apretar o rechinar excesivamente los dientes (bruxismo)
  • Trabajos dentales o tratamientos de ortodoncia inadecuados.
  • Estrés o ansiedad que provocan tensión en la mandíbula.

Las personas que experimentan un trastorno agudo de la ATM pueden notar una rápida aparición de los síntomas, a menudo acompañados de dolor intenso, hinchazón y movimiento restringido de la mandíbula. La duración del trastorno agudo de la ATM varía de persona a persona, pero normalmente se resuelve en unas pocas semanas o unos meses con el tratamiento y manejo adecuados.

Trastorno crónico de la articulación temporomandibular

Por el contrario, el trastorno crónico de la ATM implica síntomas persistentes o recurrentes que duran un período prolongado, que generalmente excede los tres meses. Puede desarrollarse gradualmente con el tiempo o deberse a un trastorno agudo de la ATM no tratado. Los factores comunes que contribuyen al trastorno crónico de la ATM incluyen:

  • Hábitos prolongados de apretar o rechinar los dientes
  • Problemas estructurales subyacentes en la articulación de la mandíbula.
  • Maloclusión (mordida inadecuada)
  • Estrés o ansiedad continuos que provocan una tensión mandibular sostenida.
  • Trastorno agudo de la ATM no tratado

Las personas con trastorno crónico de TMJ pueden experimentar dolor persistente de la mandíbula, el movimiento limitado de la mandíbula y la incomodidad continua que afecta significativamente sus actividades diarias y el bienestar general. A menudo requiere un manejo a largo plazo y enfoques de tratamiento integrales para abordar las causas subyacentes y aliviar los síntomas asociados.

Manejo de los trastornos agudos y crónicos de la ATM

Los trastornos TMJ agudos y crónicos pueden beneficiarse de varias estrategias de manejo para ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la función de la mandíbula. Los enfoques de gestión pueden incluir:

  • Descansar la articulación de la mandíbula y evitar masticar o hablar en exceso.
  • Aplicación de compresas frías o cálidas para reducir el dolor y la inflamación
  • Analgésicos o antiinflamatorios de venta libre
  • Fisioterapia y ejercicios de mandíbula para mejorar el rango de movimiento
  • Técnicas para reducir el estrés, como ejercicios de relajación o meditación.
  • Aparatos bucales personalizados para evitar apretar los dientes o corregir la alineación de la mordida
  • Tratamientos de ortodoncia o dentales para abordar problemas estructurales subyacentes.
  • En algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica en casos graves o persistentes de trastorno de la ATM.

Es esencial que las personas afectadas por el trastorno de la ATM busquen una evaluación profesional y planes de tratamiento personalizados adaptados a sus necesidades y síntomas específicos. Con un tratamiento adecuado, muchas personas pueden encontrar alivio del dolor relacionado con la ATM y mejorar la función de la mandíbula.

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