La articulación temporomandibular (ATM) es la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo. Le permite mover la mandíbula hacia arriba y hacia abajo y de lado a lado, lo que le permite realizar actividades como masticar, hablar y bostezar. Los trastornos de la ATM, o TMD, se refieren a un grupo de afecciones que causan dolor y disfunción en la articulación de la mandíbula y los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula. En esta guía, exploraremos la clasificación y presentación clínica de los trastornos de la ATM, comprenderemos la anatomía de la articulación temporomandibular y aprenderemos sobre las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento del trastorno de la ATM.
Anatomía de la articulación temporomandibular (ATM)
La articulación temporomandibular es una articulación compleja compuesta por el cóndilo mandibular, la eminencia articular y el disco articular, todos unidos por ligamentos y rodeados de músculos. La articulación funciona como una bisagra y un mecanismo deslizante, lo que permite los diversos movimientos de la mandíbula. El movimiento suave y coordinado de la ATM es crucial para el funcionamiento y la comodidad normales de la mandíbula.
Clasificación de los trastornos de la articulación temporomandibular
Los trastornos de la ATM se pueden clasificar en varias categorías según sus causas y síntomas específicos:
- Trastornos musculares: estas afecciones afectan principalmente a los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula. Pueden provocar dolor en la mandíbula, espasmos musculares y dificultad para abrir o cerrar la boca.
- Trastornos de las articulaciones: implican problemas con la propia articulación, como inflamación, artritis o problemas estructurales. Los pacientes pueden experimentar chasquidos, chasquidos o bloqueos en las articulaciones y diversos grados de dolor.
- Trastornos combinados: estos trastornos implican una combinación de problemas musculares y articulares, lo que da lugar a una variedad de síntomas que pueden afectar significativamente la función de la mandíbula y causar dolor crónico.
Presentación clínica de los trastornos de la ATM
La presentación clínica de los trastornos de la ATM puede variar ampliamente y los síntomas pueden diferir de persona a persona. Sin embargo, existen algunos signos y síntomas comunes a los que hay que prestar atención:
- Dolor o sensibilidad en la mandíbula, la articulación temporomandibular o los músculos de la cara.
- Dificultad o malestar al masticar o abrir la boca.
- Sonidos de chasquidos, estallidos o chirridos en la articulación de la mandíbula.
- Dolores de cabeza, dolores de cuello o dolores de oído.
- Bloqueo de la mandíbula o movimiento limitado
- Cambios en la forma en que encajan los dientes superiores e inferiores.
Algunas personas pueden experimentar malestar y dolor intermitentes, mientras que otras pueden tener síntomas crónicos y debilitantes.
Diagnóstico y tratamiento del trastorno de la ATM
El diagnóstico del trastorno de la ATM implica una evaluación integral del historial médico del paciente, un examen físico exhaustivo de la mandíbula y las estructuras circundantes y, a veces, estudios de imágenes como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. Las opciones de tratamiento para el trastorno de la ATM pueden incluir:
- Modificaciones del estilo de vida: esto puede implicar técnicas para reducir el estrés, modificar la dieta para incluir alimentos más blandos y evitar movimientos extremos de la mandíbula, como bostezos amplios o masticar chicle.
- Medicamentos: Se pueden recetar analgésicos, relajantes musculares o antiinflamatorios para aliviar los síntomas.
- Fisioterapia: los ejercicios y estiramientos pueden ayudar a mejorar la movilidad de la mandíbula y fortalecer los músculos alrededor de la articulación.
- Aparatos bucales: Se pueden recomendar férulas o protectores bucales para estabilizar la mandíbula y evitar rechinar o apretar los dientes.
- Intervenciones: en casos graves, pueden ser necesarios procedimientos como inyecciones, artrocentesis o cirugía para abordar los problemas subyacentes que causan el trastorno de la ATM.
Es importante tener en cuenta que los enfoques de tratamiento variarán según el diagnóstico específico y las necesidades individuales de cada paciente. Se anima a los pacientes a trabajar en estrecha colaboración con sus proveedores de atención médica para desarrollar un plan de tratamiento personalizado.